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sábado, 22 de febrero de 2014

PERIFERIA DE TRINIDAD EN BOLIVIA PIDE AGUA Y ALIMENTOS

En la periferia de Trinidad más de un centenar de familias duermen a la intemperie, no hay luz, comida ni agua potable. Los barrios sufren por la inundación causada por las precipitaciones pluviales y todavía se sienten amenazados por el rebalse de los ríos.
Hasta ayer, decenas de familias todavía trasteaban muebles, camas, cocinas, mesas y otros enseres desde sus viviendas hasta las carpas entregadas por el Gobierno y la Gobernación. Celsa Huaja es una damnificada del barrio 13 de Abril, cercano al cinturón de seguridad que no permite que las aguas de los ríos Mamoré, Beni e Ibare ingresen a la capital beniana.
Huaja, su esposo y su niña de tres años se refugiaron en una carpa de tres por tres metros, hecha de madera y nailon. El lodo que hay debajo de sus pertenencias se asemeja a una enorme alfombra gris. “Ahí vivimos, en esa carpita. Hemos salido de nuestra casa en plena lluvia. Desde entonces mi hija tiene fiebre y solo compré paracetamol”, lamenta.
Mejor suerte tuvo la familia de Raquel Justiniano,  porque su carpa es blanca, de lona, impermeable y el suelo es duro. Está en la plazuela Ganadero, a cinco kilómetros de su barrio 6 de Agosto que quedó anegado completamente. Solo trajo lo indispensable: cama, colchones, ropa, gas licuado, una cocinilla y caldera. “Se nos llenó de agua todo. Mi hija me trajo un bidón de agua porque no nos han traído agua ni   comida. No tenemos luz. Es una etapa crítica”, lamentó.
La situación de más de un centenar de familias cambió la mañana del jueves, cuando una torrencial lluvia cayó sobre la ciudad por al menos cinco horas. Diez barrios quedaron inundados y el cinturón protector sufrió una filtración que fue reparada ayer.
El sol salió el viernes, pero al mediodía volvió a llover. De día se ve a la gente damnificada armar sus carpas, lavar ropa, trastear cosas. Los niños juegan a la pelota o ayudan a sus padres. En la noche todo cambia. No hay luz, solo se divisan velas o linternas.
Las baterías sanitarias no existen. No hay baños y para hacer sus necesidades, la gente debe buscar sitios alejados. Las precipitaciones anegaron también la cárcel de Mocoví, en las afueras de la ciudad, sobre la carretera a San Joaquín, que alberga a unos 400 privados de libertad. Los internos tuvieron que sacar el agua a baldazos.
En la urbanización Maná, colindante con Mocoví, la situación es desesperante, según Calixto Noe, quien con azadón en mano eleva una muralla de lodo a 20 metros del retén de peaje que quedó inundado. En la misma zona, Mónica Sedamano calcula que hay 300 familias damnificadas. Otras, como del barrio Primavera, aceptaron ser llevadas al Campo Ferial.
Catalina Udazan, líder del barrio Primavera, reclama por agua potable y alimentos, sobre todo para los pequeños. Espera atención médica para prevenir enfermedades causadas por los insectos. Un muestra más de que la periferia sufre por el desastre causado por las lluvias.
La ayuda y donaciones para Beni
Carpas
Las ONG Visión Mundial y Samaritan’s Purse donaron 40 carpas y un purificador de agua, respectivamente.
Refugios
Al menos 13 colegios acogen a damnificados por la inundación, según la VI División de Ejército.
Ayuda
Unas ocho toneladas de alimentos, enseres y otros fueron trasladados por el helicóptero MI 8 de la Fuerza Militar del Perú.
Luto
Efectivos de la Fuerza Aérea y de la Armada buscan a dos personas desaparecidas en Laguna Suárez, un adulto y una niña, según el Ministro de la Presidencia.
 Gobierno refuerza la ayuda aérea en tres departamentos 
El Gobierno concentra la ayuda aérea en tres regiones: Beni, Pando y el norte de La Paz. Ejecutará cuatro operaciones para atender a las familias damnificadas en esas regiones, informó ayer a radio Patria Nueva, el ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana.
La primera base está en Trinidad, desde donde los helicópteros se desplazarán a los municipios cercanos; la segunda se encuentra en Rurrenabaque (Beni) y asistirá al norte de La Paz. “Atenderemos a San Buenaventura, Apolo, Ixiamas, Tumupasa, Esperanza y otras comunidades, donde hemos tenido dificultades para operar con abastecimiento de víveres”.
La tercera intervención aérea se realizará desde Riberalta para llegar a Puerto Cabinas, Puente Yata, Santa Rosa y otros poblados. Mientras que el cuarto apoyo aéreo será para atender a las familias de poblaciones y comunidades de Pando, que empiezan a recibir las aguas de los ríos del Perú y Bolivia, indicó la autoridad gubernamental.
“Ahora tenemos una Fuerza Aérea fortalecida con un helicóptero ruso, gracias al apoyo del Gobierno del Perú, otros dos helicópteros alquilados, un avión de la cooperación de Francia, también continuamos trabajando con los helicópteros del Ministerio de la Presidencia. Con todos ejecutamos las cuatro intervenciones aéreas”, declaró.