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miércoles, 20 de julio de 2016

FALLAN LAS BARRERAS DE RENFE EN LOS CORRALES DE BUELNA- CANTABRIA

La ola de calor fundió el sistema eléctrico que regula el paso a nivel de la calle Torres Quevedo, que quedó abierto al paso de varios trenes

Conductores y peatones se llevaron un buen susto a última hora del lunes en Los Corrales de Buelna, al comprobar como al menos dos trenes atravesaban el paso a nivel de la calle Torres Quevedo con las barreras en alto, sin ningún tipo de protección en el primer caso. Bien es cierto que la velocidad era mínima, advertidos como estaban los conductores de los convoyes de que el sistema había fallado. Pero el riesgo seguía siendo alto en un paso en el que los vehículos que se dirigen al centro de Los Corrales apenas tienen visibilidad sobre las unidades que llegan desde el norte.
El Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) ha detallado en su informe que el fallo se debió a la fuerte ola de calor que afectó a Cantabria, en concreto al valle de Buelna, donde se registró una temperatura máxima cercana a los 40 grados. El fuerte calor había incidido en la caja que protege el sistema eléctrico, un armario que al abrirse mostró unos componentes fundidos por el calor.
Sobre las ocho y media de la tarde se produjo la primera llamada vecinal a la Policía Local advirtiendo de que las semibarreras automáticas del paso a nivel de la calle Torres Quevedo fallaban. En principio porque tardaban mucho en abrirse, lo que provocaba largas colas a ambos lados de la vía. Algo a lo que están acostumbrados los vecinos de la localidad. Hasta tal punto que, como suele suceder, algunos conductores sortearon las barreras con el peligro que ello conlleva.
La Policía Local se puso en contacto de forma inmediata con Adif y se trasladó al lugar para regular el tráfico y permitir que los coches zigzaguearan en ese punto con las semibarreras bajadas mientras no se acercaran trenes.
Pero en el teléfono de Jefatura se recibió otra llamada más preocupante. Una persona advertía que anteriormente había pasado un tren de pasajeros por ese mismo punto con las barreras abiertas.
A las 21.55 minutos el agente que regulaba el tráfico pudo comprobar que efectivamente las barreras no bajaban cuanto tenían que hacerlo. Se acercaba por el norte un tren mercancías y se bajaron las barreras del otro paso a nivel del casco urbano, en la Avenida Forjas de Buelna. Pero no las de la calle Torres Quevedo. El agente paró el tráfico en los dos lados del paso y esperó.
El tren se acercaba muy lento, advertido del fallo en el sistema. No fue hasta que la cabina del conductor superó el cruce de vías y carretera cuando se accionó el sistema y las barreras bajaron, ya con el tren ocupando todo el ancho de la calle. Algunos conductores ya adelantaban en ese momento que el calor estaba causando estragos en los juegos y tendidos eléctricos y que posiblemente esa había sido la causa del fallo, como finalmente sucedió.
Sobre las 11 de la noche llegó el equipo de mantenimiento de Adif a la calle Torres Quevedo. Al abrir la caja de componentes eléctricos que regula el sistema se dieron cuenta de que el calor había afectado gravemente a sus componentes, causando el fallo en el sistema. A partir de ahí se pusieron manos a la obra para reparar las semibarreras. El miércoles a primera hora volvían de nuevo a Los Corrales de Buelna para comprobar que el sistema seguía funcionando correctamente.
La suerte quiso que por la noche el tráfico de trenes por ese punto es muy inferior al resto del día.